Daniela Trovati: “He de llevar un mensaje que surja de lo más profundo de mi ser”
Daniela Trovati es de la Ciudad de Mendoza y desde el año pasado vive en Valencia con su marido. Es cantautora de música de raíz folclórica argentina y latinoamericana. También hace boleros y realiza canciones para el alma. Daniela dialogó con Río Paraná
R.P.- ¿Cómo fue la introducción en la música?
D.T.- Desde que tengo 14 años empecé a tocar la guitarra y después ingresé a la Universidad Nacional de Cuyo para estudiar música. Actualmente soy Licenciada en Música Popular con especialidad en guitarra. La música siempre ha sido parte de mi vida.
R.P.- ¿Quiénes son tus mayores influencias musicales?
D.T.- Creo que tengo muchas, pero te puedo hablar de los y las artistas que más me emocionan y entre ellas está Mercedes Sosa, Violeta Parra, Horacio Eugenio Spasiuk, conocido como el Chango Spasiuk, también el Chango Farías Gómez Bueno, entre otros. Realmente son un montón de artistas los que me emocionan y que me conmueven.
R.P.- ¿Cómo describirías tu estilo musical?
D.T.- De mi primer disco puedo decir que es más más folclórico argentino, por ejemplo, y mi segundo disco es más latinoamericano. Voy por etapas o por ciclos, me voy nutriendo de diferentes estilos y diferentes formas en la música a lo largo de mi vida. Me voy diversificando según la música lo va requiriendo.
R.P.- Háblame de tu primer disco
D.T.- Mi primer disco se llama Valle Huentota, Cuenta la historia que el nombre del Valle viene a significar en que la forma de los pueblos originarios nombró a Mendoza, antes de que la ciudad fuera colonizada y se llamase Mendoza. Entonces así se describía a estas tierras. Y con respecto a su música, Mendoza tiene chacareras, zambas, cuecas, que son ritmos folclóricos argentinos, pero netamente específicos de la música de la región de Cuyo. Esta región incluye Mendoza, San Luis y San Juan, que son provincias argentinas en donde se puede escuchar esta música. El disco se puede escuchar en la plataforma de YouTube.
R.P.- ¿Tu segundo disco a qué hace referencia?
D.T.- El segundo disco se llama Suben mis plegarias y el tema que le da nombre es una cumbia colombiana que se puede encontrar en Spotify y en YouTube, y los temas que contiene son con un aire de cumbia, de candombe, entre otros. El trabajo va tomando diferentes ritmos más latinoamericanos. El segundo disco lo hice durante la pandemia. De hecho, como soy cantautora, tengo que componer nuevas canciones e inspirarme de esta nueva tierra, quizás para llevar adelante un tercer disco.
“Mi primer disco Valle Huentota, viene a significar en que la forma de los pueblos originarios nombró a Mendoza”
R.P.- Se dice que hay una unión entre la música y medicina. ¿Lo incorporas?
D.T.- Me pasó estando en Argentina a poco de empezar a transitar otro tipo de canciones que no eran folclóricas o populares a que estaba acostumbrada realizar, sino que empecé a descubrir que había otros estilos, otras formas y que de alguna manera conectaban con la espiritualidad. Estos estilos tenían otras maneras de llegar a lo más profundo y son canciones que fui descubriendo en diferentes lugares. Por ejemplo, en la tradición andina, hay personas que comparten medicinas andinas y que cantan estas canciones y de a poco se han ido metiendo en mi estirpe. A raíz de ello, conocí a una maestra de nombre Sangueeta Lavin, ella estuvo viviendo muchos años en la India y es de nacionalidad chilena y forma parte de una caravana nómade que se llama Caravana por la Paz y la Restauración de la Madre Tierra. Esta caravana va paseando por diferentes lugares del mundo y va enseñando y transmitiendo la música del kirtan. Tuve la posibilidad de conocer el kirtan que son lugares de encuentro donde se cantan mantras. Estos mantras me los enseñó Sangueeta y que se puede hacer un concierto con ella y con la caravana. Esta música se ha ido desarrollando en mí y ha estado nutriendo mi vida también, me han acompañado en algunas clases de yoga e incursionando de a poco con mucho respeto en este mundo de la música hindú y de los kirtan.
R.P. Tu canción favorita de todos los tiempos
D.T.- Mi canción favorita Canción de lejos de Armando Tejada Gómez y César Isella. Es una canción que me sigue acompañando y que, como canción “de lejos”, me inspira. Es una canción que me ha acompañado en giras, en festivales, ha sido una carta de presentación sobre todo cuando estuve en Honduras y en Colombia. Porque Armando Tejada Gómez ha sido un autor conocido en América Latina y que aún se canta en esos países. Su canción Todas las voces se ha escuchado en muchos lugares y que es un himno aún, sobre todo en Cuba. Es un autor que está muy vigente en esos terrenos y llevar una canción de esta artista a las giras me ha abierto las puertas de otra forma. Así que Canción de lejos creo que me representa.
R.P.- ¿Cómo has tratado de hacer una diferencia en el mundo a través de tu música?
D.T.- Trato de aportar música original en la medida que puedo. He de llevar un mensaje que surja de lo más profundo de mi ser, que sea comprometido, que tenga algo distintivo y que a la vez se trate de llevar a la gente a diferentes imágenes y diferentes paisajes y contarles a través de la música cosas de mi tierra o sentires muy profundos que creo vale la pena compartir.
R.P.- ¿Cuál es tu proceso de escritura de tus canciones?
D.T.- Siempre he tenido procesos diferentes. Creo que a veces empiezo por una letra, otras veces empiezo por una música. Hago una partitura instrumental que después termina siendo una canción con una letra. A veces me pongo desafíos de componer un son o componer una cumbia. Me propongo también desafíos por género musical. A veces he querido contar alguna historia familiar que después termina siendo canción. Entonces no tengo una metodología exacta, pero siempre terminan en una canción.
R.P.- ¿Algún ritual antes de subir al escenario?
D.T.- Vocalizar mucho. En realidad, son un montón de rituales. Por ejemplo, tomar un té de jengibre, tomar un mate o colocarle al agua del mate el Jengibre. Levantarme temprano, disponer el cuerpo en hacer mucha vocalización, como te mencionaba en un principio. Estar tranquila, pintarme, maquillarme y ponerme la ropa con tiempo. Todo con tiempo, porque los nervios pueden pasarte mala jugada. Estos actos me hacen tener tranquilidad a la hora de subirme al escenario.
R.P.- ¿Algún artista con el que te gustaría colaborar en el futuro?
D.T.- Hay un montón. Me gustaría hacer alguna colaboración con algún artista de España. Hay artistas españoles con los que ya he tocado y que han sido una bendición y un lujo. Pero, hay uno que todavía no he coincidido, que es Muerdo, es un cantautor de Murcia y me gustaría hacer una colaboración con él.
R.P.- ¿Cuál es el mejor recuerdo musical de la infancia?
D.T.- Bueno… (risas), tengo un recuerdo de cuándo mis abuelos vivían en unas torres y en el hall ubicado en la parte de abajo, tenían un espejo muy grande que ocupaba toda la pared. Yo bajaba en aquel lugar, en la hora de las siestas cuando estaban todos descansando, y me ponía delante de ese espejo y cantaba canciones, baladas de Disney o canciones que estaban de moda en ese entonces y podía estar horas en ese hall. Entonces mi voz se escuchaba fuerte, bailaba y actuaba. Cuando entraba alguien tenía que disimular que no estaba haciendo nada. Y eso lo hice mucho tiempo.
R.P.- ¿Cuál es el lugar favorito para transmitir tu música?
D.T.- Mi lugar favorito son los conciertos en vivo. Creo que es ahí donde se establece un contacto cara a cara con la gente y donde puedes ver cómo están recibiendo tu música y establecer un ida y vuelta con el público. Ver los ojos, la cara, ver que están sintiendo. El desafío que involucra cada vez que uno se sube arriba del escenario siempre es una adrenalina diferente. Las canciones, por más que sea la misma canción, tú siempre estás cambiando, entonces siempre se establece ahí una magia nueva y diferente.
R.P.- ¿Cuál causa te motivaría a participar en un concierto benéfico?
D.T.- Me gusta participar de causas que tengan que ver con la ecología, con un planeta más sustentable. He tocado mi música en causas que favorezcan a las mujeres, sobre todo aquellas que están en situación de vulnerabilidad. También lo he realizado en jardines maternales. Lo seguiré haciendo en aquellos que lo necesiten y para cualquier otra causa que sea justa.
R.P.- ¿Tu mayor meta?
D.T.- En realidad, quiero ser feliz haciendo música. Quiero que la música me siga dando mi sustento económico y me siga dando sorpresas como lo ha hecho desde que empecé hasta hoy. Todo lo que traiga la música va a estar bien y no busco ser una persona famosa. Lo que busco es que me alcance para vivir y compartir con las demás personas. Creo que eso está bien.
En esto, agradecerle a mi familia que siempre es el apoyo que me ha dado para ser artista. Agradecer en especial a mi madre, por haber creído en mi porque no estaría haciendo música hoy por hoy. No olvido de dar también agradecimiento para todas las personas que han tocado conmigo como músicos o con aquellos que he tenido la posibilidad de compartir escenario. Agradecimiento con la música en sí, que es la que me da la fuerza para levantarme todos los días.