Juan Barraza: “Yo no entiendo mucho la vida sin humor”

Juan Barraza, es comediante, vive en Buenos Aires, Argentina y va de gira por todos lados que se pueda. Se encuentra por España invitado a participar en el festival internacional de humoristas que se lleva adelante en La Coruña, Galicia. Y se prepara para sus shows que presentará en Barcelona, Madrid y en Valencia llamado Garabato Controlado

R.P.- Cuéntame la vivencia que has tenido en el encuentro mundial de humoristas

J.B.- Para mí es la primera vez en España y es mi primera vez en ese festival. Se lo llama Mundial, pero hay uno o dos números de afuera de España. Por lo general lo que hacen es congregar a comediantes de España, como Luis Piedrahita, Leo Harlem, Ana Morgade, Eva Soriano, Dani Rovira, son algunos de los que participaron a lo largo de dos semanas en la ciudad de La Coruña. Se llevan adelante en tres o cuatro ciudades, en teatros distintos y se llevan adelante los shows. La gente va asistiendo a ver distintas propuestas. Hay espectáculos de monólogos, hay obras de teatro, hay podcasts, hay coach, hay de todo.

R.P.- ¿Desde cuándo has comenzado siendo humorista?

J.B.- Hace 18 años que trabajo de esto, lo trabajo seriamente, me subo a los escenarios y demás.

R.P.- ¿Anteriormente a qué te dedicabas?

J.B.- Antes estudié actuación. Me formé como actor, no como humorista. No tuve otros trabajos fuera de los escenarios. Empecé a hacer esto a los ocho años y se fue armando la escena. Fui creciendo con la escena de Stand Up en Buenos Aires y cuando salió la oportunidad de ir a actuar afuera del país, me lancé a Perú, México, Uruguay, Chile, Colombia, España. Así que muy contento. Es la parte que más me gusta de mi trabajo es poder viajar y conocer lugares por trabajo.

R.P.- ¿Por qué Garabato Controlado?

J.B.- Así se llama el espectáculo. Hay un chiste que le da nombre al show y tiene que ver con un informe. Yo tengo hijos pequeños y una vez fui a buscar un informe de jardín de infantes. Y el informe de uno de mis hijos decía que comprendía las consignas y se observaba un garabato controlado. Fue la primera vez que escuché la frase y me sedujo. Primero porque parece a primera vista parece dos palabras, una contradicción. El garabato es controlado. Una de dos. Uno creería que los garabatos no son controlados, entonces me causó mucha gracia y a la vez me gusta como suena. Y decidí aquel entonces que el próximo show que realizase se llamaría así. Después escribí un chiste alrededor de eso y luego se fue formando un bloque más. Tuve primero el nombre y después el show, pero me simpatizó tanto la frase y esas dos palabras juntas que fue elegida para el espectáculo.

R.P.- ¿Crees que a través del humor se pueden cambiar situaciones?

J.B.- Sí, por supuesto. Se vive distinto a través del humor. Si uno tiene enfermedad, el humor no te saca la enfermedad, pero probablemente te ayude a enfrentarlo de otra manera. Lo mismo con un examen, con el estrés, con una situación más seria, más solemne. Los vínculos laborales, de pareja, de amigos para mí se llevan mucho mejor adelante con el humor. Yo no entiendo mucho la vida sin humor, me cuesta entender y me cuesta relacionarme con gente que no tiene o no practica el humor.

R.P.- ¿Crees que el humor puede solucionar la dificultad de Argentina?

J.B.- Como te dije antes, no creo. Los que tienen que solucionar el conflicto en Argentina son los políticos, los que nos gobiernan, los economistas y demás. Lo que hace el humor es ayudarnos a sobrellevarlo mejor. En la pandemia se ve muy claro la palabra crisis, está muriendo gente, hay que encerrarse, hay que cuidarse. Podemos tomarlo en serio y golpearnos la cabeza contra la pared. O podemos hacer todo eso y a la vez tomarlo con humor, que creo que es lo que se hizo.

R.P.- Como humorista, ¿Cómo ves Argentina?

J.B.- Me parece que es un país que siempre da trabajo. Nos da de comer a los humoristas y no me imagino que llegue grandes humoristas en Suecia, por ejemplo. Me imagino que debe haber más filósofos, pensadores, escritores, gente más oscura o más filosófica, en nuestro país da permanentemente para el humor. Y creo que el pueblo argentino es un pueblo muy humorístico de por sí.

“Alguna gente te habla con buen rollo y otras buscan la oportunidad para tirar palos hacia la Argentina”

R.P.- Como Juan Barraza. ¿Cómo ves a Argentina?

Yo amo a mi país, con lo bueno y con lo malo. Soy consciente de las cosas malas que tiene, pero me gusta. Cuando estoy afuera estoy contento de estar en otro lugar y a la vez extraño mi país. Soy un argentino muy orgulloso, no me vinculo muy bien con la gente que no aprecie su pais. Me pasa ahora al venir a España y darme cuenta de que alguna gente te habla con buen rollo y otras buscan la oportunidad para tirar palos hacia la Argentina. La realidad es distinta en cada persona, hay quienes decidieron vivir en Europa y otros quedarse en el país. Me parece muy bien la gente que se va buscando otro horizonte, otra oportunidad, otro trabajo o lo que fuere. No me parece mal, no tengo nada para criticarles, pero yo elijo vivir en la Argentina.

R.P.- ¿Cuál es tu referente como artista?

J.B.- Muchos, muchos… En Argentina, cuando empecé miraba alguna gente del espectáculo y al poco tiempo pude trabajar con ellos, compartir escenario, incluso me hice amigo de algunos de ellos. Son muchos los referentes de los que hacemos esto. Siempre hay alguien que vino antes que vos y probablemente cuando empezaste inconscientemente lo copias un poco porque estabas encantado con lo que veías o con lo que hacían.

R.P.- ¿Qué temas es el más controvertido para un espectáculo de humor?

J.B.- No creo que haya un tema en particular. Hay temas que hoy en día son álgido porque están en la agenda y porque tienen que ver con un cambio de paradigma. Imagino que el feminismo y los femicidios en Argentina me parece, por suerte, que es un país que lo combate y las mujeres no se han quedado calladas. Lamentablemente el cambio profundo no viene de la gente manifestando en la calle, sino que tiene que venir de los gobernantes, de la justicia y demás. Pero mientras siga muriendo una mujer, cada día, o cada 26 horas, o el tiempo que sea, va a seguir estando. Entonces, esos son temas con los que los humoristas nos metemos cada tanto, porque yo defiendo la idea de que está bueno poder hacer humor con todo, pero está la responsabilidad porque es un tema más importante. Hay más cosas en juego. Entonces es más riesgoso meterse con esos temas que hablar de galletitas o de zapatillas.

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