José Altamirano: “Soy el único fisioterapeuta de Alicante que tiene una medalla de oro a nivel europeo”
José Lorenzo Altamirano Legato ex jugador de fútbol argentino se reunió con Río Paraná y nos traslada en aquella época gloriosa de los años 70 y 80. Su pasión por este deporte lo mantiene vivo y lo transmite a su alumnado en el presente
Y se concretó el momento de conocerle, José Lorenzo “Chino” para los amigos, nos recibió en una coqueta cafetería de la ciudad de Alicante donde reside actualmente.
Con entusiasmo nos cuenta que nació en Mar del Plata, Argentina en el año 1952 en donde el barrio Las Avenidas fue quien le vio crecer, de familia ítalo argentina su padre un indio del norte y su madre de Reggio Calabria. Nos relata que hace 40 años que se encuentra en Alicante con gran parte de su familia. Mientras se pedía una infusión bien caliente José sigue con su relato: “Me inicié en Boca Junior, pasé por Banfield, fui a Aldosivi, donde jugué tres campeonatos nacionales de la Asociación del Fútbol Argentino de la Primera División y en el año 75 tuvimos la gran fortuna de ganarle a Boca Juniors en su estadio, que por primera vez un equipo pequeño de Mar del Plata asaltaba La Bombonera. Creo que uno de los mayores recuerdos a nivel futbolístico fue salir campeón en el 73 con Aldosivi de Mar del Plata”.
La periodista le consulta si ese ha sido el momento más emocionante de su carrera futbolística, el exjugador le responde que hay muchos más: “Creo que el hecho de criarte como yo me he criado jugando en los potreros, descalzo y con una pelota de trapo que la hacíamos con las medias de mis hermanas, que te llame el club Boca Juniors o ir a jugar a un equipo de Buenos Aires, para mí ya me puedo morir tranquilo. Porque yo soñaba con ponerme una camiseta y tener un par de botines. Hay muchos momentos en mi vida emocionantes y que lo vivo con mucha ilusión”.
Mientras sirven el pedido Altamirano revive épocas que le traen brillo a sus ojos: “Tuve muchas posibilidades porque en ese año que jugamos el Campeonato Nacional del 76, estaba Diego Maradona jugando para Argentina y nos cruzábamos seguido con él. Jugamos contra todos los equipos que fueron campeones del mundo, tanto del 78 como del 86. Entonces mi vida está salpicada de momentos maravillosos y mágicos, donde me he cruzado con todos esos genios”. Y agrega que para un chiquillo soñador como el, de barrio humilde, cuenta que era mágico: “Cuando terminaban esos partidos, de regreso a mi barrio, era una fiesta. Las pizzas de mi madre, los asados de mi padre para todo el vecindario, esa magia ahora se ha perdido y lo he vivido con tanto amor que para mí son recuerdos imborrables”.
José hace mención a Mario Kempes en su relato: “Mario es un ejemplo para los argentinos en todos los sentidos. Cuando vine al Hércules en Alicante, estaba jugando el allí también, lógicamente teníamos una confianza entre ambos. Yo había entrenado durante un tiempo en Villa Marista en Mar del Plata, cuando entrenaban con Diego que estuvo un tiempo también y desde ahí empezaron a sacar jugadores para la Selección Argentina que fue en el año 77. Nosotros fuimos unos privilegiados porque como éramos los campeones actuales de Aldosivi, entrenábamos con la selección. Entonces tuvimos la posibilidad de jugar contra ellos, con el Pato Fillol, con Tarantini, y otros jugadores que tuvimos la suerte de compartir esos entrenamientos. Siempre tenías la posibilidad de estar ahí con la selección”.
“Me he criado jugando en los potreros, descalzo y con una pelota de trapo que la hacíamos con las medias de mis hermanas”
Entusiasmado agrega que “Los jugadores de fútbol en realidad no nos desenganchamos nunca. Quizás no nos vemos por las distancias o por el núcleo donde cada uno se mueve. Por ejemplo, en el 2018 en Argentina fui invitado por Aldosivi para festejar su aniversario que fue el 29 de marzo y tuve la fortuna de jugar un partido contra el Pato Fillol. Son cosas que te quedan en el recuerdo, de volver a encontrar compañeros a los que para nosotros han sido verdaderos ídolos. Es otra forma de encontrarte con ellos, pero las distancias a veces son difíciles. También por la situación actual de Argentina que para ellos es muy difícil, pero siempre tenemos esa cordialidad. Te encuentras con Mario Olguín, por ejemplo, que vino su nieto a jugar aquí y te enriqueces porque te cuentan la verdadera historia del fútbol a nivel mundial. Yo lo viví muy poquito, pero estar dentro de ese contexto tan cercano como lo hemos vivido en Mar del Plata es un recuerdo imborrable”.
Foto arriba: Altamirano con César Luis Menoti, entrenador de Argentina campeón del mundo del 78. Foto abajo: René Orlando Houseman (campeón del mundo) con Altamirano
Mientras se hacia el primer sorbo de la infusión, la periodista le interroga sobre cuál ha sido el gol más importante que ha marcado. Con la mirada fija José responde que: “El primer gol fue cuando estaba en Aldosivi, en el estadio de San Martín que ya no existe. Yo estaba haciendo el servicio militar en el año 73 y lógicamente que no me dejaban salir y fui la excepción, ya que en ese partido jugábamos contra Kimberley, también contra San Lorenzo, que eran los monstruos de Mar del Plata que salían campeones todos los años, se repartían los campeonatos durante 14 o 15 años, hasta que aparecimos nosotros en el 73. Salimos campeones tres años seguidos, por eso fuimos tres años al campeonato nacional y ese día hice el gol del triunfo para Aldosivi contra Kimberley. Fue el primer partido de la era, Don Alfredo Cortés fue el técnico que nos llevó a la gloria esos años.
El entrevistado queda mirando hacia un punto de la cafetería y añade que: “No es que sea el mejor gol, sino que es el más recordado, porque gritarle un gol a la tribuna de Aldosivi es como gritar un gol a la tribuna de Boca. En el fútbol también hay otros equipos grandes, pero para nosotros que nacimos en el puerto es el equipo de mis amores, el equipo soñado donde siempre sueñas jugar. Hacer el primer gol y darle el triunfo al equipo en el primer partido lo que recuerdo con mucho cariño.
Continúa su narración comentando que: “Hay algo mágico en el ser humano que es la superación, yo soy una persona que recibo lo positivo y negativo por igual, las vivencias y las experiencias te hacen crecer y creer en ti en que se puede mejorar y darle la vuelta. Hay algo que no se compra en El Corte Inglés ni se aprende en ninguna Universidad, que es el amor. Lo más importante de esta vida es hacer las cosas con amor, con mucha paz y no hay nada imposible en ese sentido”.
El ambiente de la cafetería invita a hablar sobre cine y cualidades de entrenador: “La primera película fue la de Pelé, fue la primera que he visto a un jugador famoso hacer una película. Después se hicieron muchas historias con los ídolos del fútbol mundial y entonces ahí tienes para elegir. Y varios de ellos optaron por ser entrenadores. Lo más importante, como te mencioné anteriormente, es hacer las cosas con amor. Yo generalmente trabajo con niños, y hay que pensar por ellos que vienen con un sueño. Para mí un entrenador tiene que tener mucha sabiduría, paciencia y tener sueños. Pienso que cuando un entrenador tiene sueños es capaz de liberar tanta magia para contagiar que creo que esas son las tres cosas que puedo decir. Un entrenador no se rige por tener las cosas claras para lo que él quiere. Lo primero es el respeto hacia lo que haces, enseñarles ese valor a los niños. Y para mí lo más primordial es que el niño sea feliz, que se divierta, que aprenda del fútbol, quitarle las tensiones, quizás quitarle las presiones. Esa locura, ese sueño, esa magia que te digo, es todo lo que tú le contagia al niño.
José continúa con su relato agregando que “En este momento soy fisioterapeuta del equipo de la selección de balonmano de la Universidad de Alicante que el año pasado salimos subcampeones de España. De hecho, el Rey nos premió por ser la universidad que más aporta al deporte. También lo soy del equipo de Plata del Eón de Alicante y como si fuera poco, en el 2011 fui fisioterapeuta del equipo femenino de balonmano en Alicante con el que salimos subcampeones, la Recopa de Europa. Me siento feliz porque soy el único fisio de Alicante que tiene una medalla de oro a nivel europeo”.
“Creo que cada partido es un mundo, depende del equipo que tengas enfrente y saber con lo que cuentas y qué es lo que se puede sacar el máximo rendimiento para cambiar un partido negativo. Es aportar lo mejor en ese momento, con ese criterio siempre llegas a buen fin, aunque no ganes”.
“Salimos campeones tres años seguidos y ese día hice el gol del triunfo para Aldosivi contra Kimberley”
Mientras la periodista revisa sus apuntes de preguntas le menciona sobre la importancia de la ética y la integridad en el deporte y Altamirano le responde que: “Lo ético es lo que falta dentro del deporte en general, porque hay una manifestación directa y una importancia grandísima a lo económico. Para mí esas dos cosas que me citas es lo más importante”.
Con respecto a la evolución del fútbol en los próximos años a nivel global, el ex jugador manifiesta que es muy difícil cuando hay dinero de por medio se termina el deporte: “El dinero prostituye, rompe muchos sueños. Es lo que mueve el fútbol. Cuando tú vas por las cantidades y le quitas las calidades, esa es la reflexión. En el futuro van a quedar dos equipos en el mundo y entonces esa es la tristeza del potencial que tiene el dinero, le quitas el saber, le quitas la esencia del juego y entonces se pierde la dignidad. Al haber dinero se pierde el entusiasmo y esa inocencia. Ahora todos los niños recién nacidos ya tienen una camiseta de la Selección Argentina de Messi o de Ronaldo y en mi época te daban una camiseta a los 14 años y se lloraba. Si tú tienes hambre, luego valoras la comida en el plato, con ello valoras el hambre de gol, el de triunfo, el de pelea. Si el amor por lo que haces va perdiendo la esencia ya está toda la palabra dicha, y todo va al final a los más poderosos. Muchos deportistas amateurs si le das lo mejor a nivel humano, será un equipo invencible”.
Nuestro entrevistado toma su teléfono móvil para enseñarle a la periodista recuerdos fotográficos de su archivo, mientras la reportera le interroga sobre la opinión que tiene sobre la responsabilidad social que tienen los futbolistas como figuras públicas: “Eso va ligado al poder, hoy todos los medios audiovisuales llegan a todo el mundo. Antes solamente se enteraban los que venían a la cancha a vernos o por el periódico al día siguiente, porque había un fotógrafo que lo presenciaba, no teníamos prácticamente partidos grabados, por lo tanto, no veíamos los partidos. Ahora, todo eso se mueve por las redes sociales, tiene una importancia vital y una potencial terrible. Todo eso llega sin filtros a los niños y eso es la gran deuda que tiene el mundo del deporte, los medios periodísticos deben cuidar de los niños porque luego se engendra la violencia, jugadores como Messi o como Ronaldo son el buque insignia del fútbol mundial”. José sigue con su relato expresando que “En los colegios donde yo trabajaba les enseñaba pedagogía y deporte, me gustaba competir con los niños y eso es lo que se está perdiendo con todos los buques insignias. Es muy triste porque todos quieren ser Messi, nadie quiere ser Josecito, quieren ser algo fuera de su cuerpo, de su mente y de su entorno. Todos quieren, pero tú tienes que aprender a ser lo que eres, quererte y amar a tu familia”.
“Me siento feliz porque soy el único fisio de Alicante que tiene una medalla de oro a nivel europeo”
Entre emociones José cuenta una pequeña anécdota: “Yo tengo 71 años y un día a la semana hacen juego el equipo de balonmano e imagínate que el mayor tiene 35 años, yo les doblo en edad y regularmente comparto la jugada con ellos haciendo algunos cañitos. He jugado al tenis también y que soy malísimo, no le pego ni al aire, pero me divierto. En realidad, me gustan todos los deportes. He hecho cursos de monitor de baloncesto en la Universidad de Alicante, pero nunca lo he ejercido. Hace poco he jugado con Aldosivi de Mallorca, porque soy su padrino y está en la Liga regional.
Aún con mi edad puedo hacerlo y que he jugado con amigos como Claudio Bianchi, que jugó en San Lorenzo de Almagro, en Aldosivi, Alvarado, Peñarol. o como Quique, quien fue el que le hizo el gol a Boca en la Bombonera, es un recuerdo maravilloso.
El tiempo fue pasando y nuestro entrevistado se ha sentido cómodo, sus palabras son un plus de ánimo y agrega: “Soy una persona que vivo con mucha paz, estoy orgulloso de que en cada esquina me encuentro un abrazo. Mi filosofía para alguien que este comenzando su carrera en el fútbol es que se divierta, que se respete, todo se aprende jugando, amar lo que tienes a tu alrededor, ser compañero, que el fútbol es un juego, ser genuino, quiere al balón, quiere a la redonda como si fuera una novia, no la maltrates. Como decía Diego, “la pelota no se mancha”. No importa que no llegues a ser el número uno en el fútbol, pero sí que alcances a ser un ser humano integro como aprendiz de deportista. Agradecer por este reportaje que para mí no deja de ser un orgullo porque con ello no nos olvidamos de lo que somos, volvemos a recordar y volver a las raíces”.
Equipos donde debutó
Boca Juniors
Banfield (Liga profesional de AFA )
Aldosivi de Mar del Plata
Defensores del Puerto (fusión de Aldosivi con Talleres y Banfield)
Club La Movediza de Tandil
Club Santamarina de Tandil
Club Atlético Liniers de Bahía Blanca
Quilmes Atlético Club
Alvarado de Mar del Plata
Peñarol Mar del Plata
El León Madariaga
Anécdota que José a brindado a Río Paraná
Una de las anécdotas más bonitas que viví es cuando jugamos un torneo en Mar del Plata, que a partir entonces pertenecía a Aldosivi con 19 años y jugamos en Talcahuano contra El Fortín. Mi padre había sido presidente del Fortín y del Club Talcahuano y vivíamos a 200 metros del Club Talcahuano y a 50 metros del Fortín, jugamos con jugadores de Primera División como Tito Raimondi, Rulo Díaz, que eran jugadores profesionales y recuerdo hacerle tres goles a El Fortín y entonces mi padre al finalizar el partido se metió dentro de la cancha para venir a abrazarme y yo di la vuelta olímpica con él. Y ese fue uno de los recuerdos más bonitos que yo tengo del fútbol, el haber salido goleador de ese campeonato un recuerdo que no se borra.